domingo, 5 de mayo de 2013

Seamos infinitos.

Queridos lectores,
He quedado finalista en un concurso, y me encantaría que votarais. El relato debía estar basado en uno de tus libros favoritos (yo elegí Las ventajas de ser un marginado) y a partir de eso creabas una historia como quisieras. Para votar solo tenéis que entrar en http://marinaredondo.blogspot.com y a la derecha veréis que hay una encuesta donde puedes elegir entre tres relatos. Yo os dejo el mío aquí y, si os gusta, recordad votarme:


Y en ese momento, juro que éramos infinitos.

Charlie está de pie en la furgoneta, y parece que disfruta de todo. De la brisa que revuelve su pelo castaño, de las estrellas que se pueden contemplar desde allí, de la envolvente música que suena. Por un momento Charlie ha dejado de vivir al margen.

-Charlie.-susurro yo.
-Dime, Amanda.-me dice él con una mirada atenta.
-Quiero enseñarte un sitio especial, creo que te gustará.-le respondo yo nerviosa. Es mi oportunidad, mi única oportunidad. Ni siquiera sé si saldrá bien, pero por primera vez quiero arriesgarme. Siempre he sido demasiado razonable, siempre he hecho lo que todos esperaban de mí. He sacado unas notas excelentes, he hecho amigas, he vestido de forma mediocre. Pero, entonces lo conocí a él y, de algún modo, mi forma de ver las cosas cambió. Me volví más natural, empecé a hacer lo que sentía y dejé de actuar como solía. Mis intereses cambiaron, empecé a conocer a gente nueva. Evolucioné.

Le pido a Patrick que nos lleve, sin mencionar concretamente el lugar para sorprender a Charlie. Él asiente con una sonrisa alentadora.
-Amanda, ¿tú eres feliz?-me pregunta Charlie pensativo.
-Sí.-digo yo callándome el “pero más cuando tú estás a mi lado”.
-¿Alguna vez has perdido la esperanza?-me dice él. Sus preguntas me sorprenden, Charlie es así o lo amas con toda tu alma o lo desprecias por su rareza.
-Creo que nunca la he llegado a perder. Siempre he pensado que había algo mejor, que después de caer siempre subías alto, muy alto. ¿Sabes lo que pienso cuando no puedo dejar de llorar?
-¿Qué piensas?-me pregunta él con una mirada curiosa.
-Pienso en mi abuela. Ella siempre me decía “cariño, estás más bonita con una sonrisa”. Y no es de las mejores frases que existirán. Neruda habrá compuesto cientas mejores, pero era su forma de decirlo, como me sentaba en sus rollizas piernas y me sonreía tiernamente. Ella nunca quiso que sufriera y ese es uno de los recuerdos que me hacen mantenerme fuerte.
-Tu abuela era una gran persona.-declara él.- Yo también pensaré en eso.
-Seguro que tú tienes otros recuerdos a los que recurrir.-le respondo yo dulcemente.
-¿Tú crees?-me pregunta él. Yo asiento.

-Ya hemos llegado.-dice Sam desde el asiento del copiloto. No consigo reprimir el acto de cogerle la mano y bajar con él de allí. Patrick y Sam me guiñan el ojo desde el coche. Yo me muerdo el labio, intranquila. Charlie, sin embargo, tan inocente como siempre, no parece enterarse de nada. O eso quiere hacernos creer.

Caminamos durante unos minutos hasta llegar a nuestro destino. La hierba ha crecido desde la última vez que estuve allí, paso la mano suavemente por ella y respiro el aire puro. Observo el horizonte, la fina línea que separa el mar del cielo.
-Falta poco para el amanecer.-susurra él, contemplando el maravilloso paisaje. Si miras hacia el este puedes ver un faro parpadeando para que los barcos no pierdan el rumbo. Siempre he creído que los faros tienen algo mágico, capaces de salvar vidas emitiendo una luz por la noche. Condendados a permanecer siempre cerca del mar, soñando con el día en que las olas lo bañen. Quizás solo sean cosas mías, pero realmente me despiertan una curiosidad insana.
-Jamás he visto un amanecer.-le digo también en un susurro a Charlie.
-Yo tampoco. Nuestro primer amanecer, Amanda.-me dice él emocionado.
Yo le sonrío y le invito a sentarse en la hierba junto a mí.
-El mar parece interminable.-dice Charlie embelesado.
-Infinito.-añado yo. Poco a poco voy posando mi mano encima de la suya, esperando su reacción. Él no se inmuta.
-¿Crees que le gusto a Sam?-me pregunta él. Yo me sobresalto, pensaba que aquello era algo pasajero, que realmente no la amaba. Intento contener las lágrimas.
-¿Por qué me preguntas eso?-le digo yo en un tono un poco molesto.
-Entonces es cierto.-me dice él mirándome a los ojos. Sus ojos verdes siempre parecen inmersos en alguna lectura, hasta cuando te mira parece que está intentando leer algo. Quizás a ti misma, intentando entenderte.-Dicen, que cuando estás enamorado, la hierba es más verde y más fresca, sus ojos son los más bonitos que nunca hayas visto, las canciones pasan de parecerte cursis a completamente ciertas, los sentimientos son demasiado fuertes. Y dicen, que cuando estás enamorado solo puedes hablar de dos cosas: de ella y del paisaje, sino quieres que ocurra algo horrible.
-Eso no es cierto. Podemos hablar de Sam si quieres.-le digo yo, intentando parecer racional. Pero el amor traiciona y inmediatamente me altero.-¡Podemos hablar de lo bonita que es!¡Podemos hablar de la tonalidad de sus ojos! Pero ahora estamos tú y yo, aquí y ahora, y quiero que me beses, que me recites una poesía y que me cuentes cuantas veces te has perdido en mis ojos, que me digas lo guapa que estoy hoy.
-Prometo hacer todo eso, pero ¿y si te digo sólo dos palabras?-me dice. Charlie, se acerca a mí y me susurra al oído “te quiero, Amanda, nunca lo olvides”.
Si en algún momento de mi existencia llego a sentir una sensación así prometo describirla detalladamente.

***

Aquel día, vimos el amanecer juntos y, como prometió, nos besamos mientras la espuma de las olas rozaba nuestros pies, me recitó la poesía más bella en mitad del agitado mar, recuerdo exactamente que poesía era, recuerdo cada una de sus palabras, su tono agitado y risueño al decírmelas.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Llegados a ese punto, olvidó como continuaba y decidió invertarse el final.

¿Pero para que escribir más versos tristes?

Aprovecharé mi momentánea alegría para hacerte sonreír.
Aprovecharé para mencionar tu precioso vestido blanco.

Elogiaré tus largas pestañas y te diré,
que perdí la cuenta de las veces en que me perdí en tus ojos.

Seamos felices hoy,
ya lloraremos mañana.

Mi historia de amor no terminó aquel día, sino que se prolongó durante muchos años más. Y ahora estoy caminando hacia el altar, no suena la famosa Marcha nupcial de Mendelssohn, sino la canción Something de los Beatles, nuestra canción.
Camino sonriente y con seguridad hacia él, sintiéndome el centro de atención. Mis mejillas siguen sonrojándose cada vez que me susurra algún piropo. Él sigue haciéndose las mismas preguntas, aunque esta vez tiene a tres decenas de chicos a los que preguntarles. Sam ha venido desde Australia para vernos y Patrick acabó conociendo a su alma gemela, su ramo cayó en nuestras manos.

Me coloco frente a Charlie, un poco más alto y maduro que hace siete años, pero conservando la misma esencia. Cuando el cura sentencia las palabras “hasta que la muerte os separe”, él me sonríe y murmura “aunque nosotros siempre seremos infinitos”, en un tono tan leve que solo consigo oír yo.

11 comentarios:

  1. Te voté hace mucho, porque este relato enamora, ¡¿CÓMO PUEDES HACERLO TAN BIEN? *Muero*

    ¡Un besito! ;)

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  2. aww pues los he leido los tres, me han encantado*-* sobre todo porque los juegos del hambre es mi libro fav, el tuyo tambien esta genial :) ya vote, espero ganes :) Saludos

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  3. Simplemente perfecta :)
    Un beso, me paso ♥

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  4. No tenía ni idea de que era tuya cuando te voté. En serio, perfecto.

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  5. ¡te vote antes de que escribieses esto! Para mi que está genial y ojalá ganes.
    Besos.

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  6. Yo te voté guapa, espero que haya suerte ^^

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  7. Yo ya te dije mi opinión sobre el relato. Ya mete he vuelto a votar. Muchísima suerte, espero que ganes.
    Un beso :)

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  8. Ya te he votado!
    Suerte!!
    Muchos besitos :b

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  9. o.o jo, he oído hablar mucho del libro & peli pero aun no he podido leerlo!
    supongo que me enteraré mas de que va cuando lo haya leido, se supone que me lo tienen que enviar ^^
    suerte y besos!

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  10. Yo tambien te he votado... me encanta tu relato *-*
    Muchos besoos

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  11. Yo también te voté me pareció el mejor. Espero que ganes.
    Angelics

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